Esta compañía de artistas multidisciplinares (creada en Israel en 1996) trae Racconto -que quiere significar ‘retrospectiva’ en italiano-, a España de nuevo tras su estreno en 2012. Esta versión española de Flashback es precisamente eso, una imbricación de números de espectáculos anteriores como fueran: “The Mayumana Show”, “Bejuntos”, “Momentum” y otros creados para la ocasión. La voz del humorista Andreu Buenafuente, narra -y a veces los artistas interactúan con su imagen en una pantalla móvil- la trayectoria de la compañía y los ingredientes que forman sus espectáculos y que les han dado el reconocimiento internacional.
Un espectáculo de noventa minutos sin interrupción con un ritmo frenético e incansable. Con cinco mujeres, más cinco hombres en escena, que hacen un recorrido por prácticamente todas las disciplinas de la música y la danza. Tanto es así que muchas veces resulta caótico.
Es un espectáculo muy complejo, repleto de una gran cantidad de elementos -cada cuál más sorprendente-, y donde hay que hilar muy fino para que cada función salga redonda. Se echa de menos un mensaje que contar, algo nuevo por decir, un poco de implicación emocional. Es tan sumamente dinámico que, en múltiples momentos, se pasa por encima de los propios artistas y la compañía crea ‘playbacks’ para asegurarse de que todo ocurra y suene cuando tiene que suceder y ser escuchado. Se agradecen momentos como el del juego con el agua, donde sólo hay una persona en la escena con una luz sugerente y se puede disfrutar del sonido mágico del agua contra sí misma. O momentos en los que juegan con las voces y los sonidos corporales como si estuviesen en un restaurante tres amigos y el camarero.
Los ingredientes que dan el éxito a este espectáculo son: ideas artísticas alternativas, la selección de los actantes multiculturales, la experimentación y dar nuevos usos a los objetos que les sirven para jugar y crean sonidos (contenedores de basura pequeños, barriles de plástico, tubos, aletas, cubos, radiales contra hierros, pipas gigantes,…).
En Racconto hay además un ciclorama, donde se van proyectando imágenes de la compañía (de sus inicios, de sus creadores, de sus entrenamientos, de sus locuras de procesos creativos e investigación) y video clips. Usan múltiples instrumentos y tecnologías avanzadas, con cámaras en directo que filman al público y los artistas y crean por ordenador nuevas melodías. En fin, como diría Leo Tolstoy “si quieres ser feliz, selo” o dicho de otra manera, “si quieres un espectáculo, hazlo”.