El joven clown Guillem Albà llega a Madrid por primera vez con el show La Marabunta Tour 2016. Su espectáculo se podrá ver en el Teatro La Latina el 1 y 2 de abril y en Masteatro hemos querido hablar con su protagonista para conocer más detalles de su propuesta escénica.
Te he escuchado decir que trabajas para “hacer feliz a la gente”. ¿Lo consigues?
Llevamos muchos bolos con este espectáculo. Cada vez viajando más y llegando a diferentes culturas y edades. Ríen los niños, los jóvenes, los adultos… Al final del espectáculo, salimos a decir adiós y la gente te mira con una cara, te toca, y te dice cosas brutales.
¿En qué sentido puede ayudar tu espectáculo a la gente?
Reír es sano, importante, necesario. La idea es que la gente venga y desconecte de todo, absolutamente de todo. Que durante una hora y algo, no piensen en nada, que desconecten el cerebro. Ya hay demasiadas mierdas en la vida, aquí se viene a reír.
Queremos que salgan del teatro más felices de cómo han entrado, que salgan con más energía, con más ganas de vivir. Conseguir esto, creo que ya es suficiente.
La compañía cumple 10 años y habéis decidido recorrer toda España. ¿Es vuestra primera visita en Madrid? ¿Dónde serán vuestras próximas actuaciones?
Sí, es la primera vez. He actuado en Madrid en dos ocasiones. Con los Love of Lesbian (que les dirigí un espectáculo-concierto y también actuaba) y con RHUM (en el Circo Price), pero es la primera vez con un espectáculo propio. Llevamos 10 años intentando venir, y ahora ha llegado el momento. Si van bien estas dos funciones, ¡volveremos! Justo después, el 16 de abril, nos estrenamos en Galícia. Estaremos en A Coruña. Y después seguiremos viajando por todos los pueblos, ciudades, teatros y calles, donde nos quieran.
¿Un payaso tiene que tener vergüenza? ¿O es todo tan loco e improvisado como aparenta? ¿Hay método?
Jajajaja. Hay método, ¡claro! Se estudia, y hay técnica detrás. Cómo hacer reír, cómo coger la atención de la gente, el tempo, el gesto… muchas cosas que se pueden estudiar. También la técnica de improvisar, incluso la técnica de que parezca improvisado, y no lo es. Después hay la parte del «corazón», del mensaje del clown. Que esto tienes que buscarlo dentro de ti, aunque parezca un poco hippy. Y una parte que son las ganas de comerse el escenario, en ese momento, el mundo. Cuando salgo al escenario, quiero dejarlo todo ahí. Toda la energía que tenga y más.
¿De qué trata exactamente Marabunta?
Es un espectáculo de clown con música en directo. Para todas las edades, pequeños y grandes. La idea de Marabunta es que se lo pase bien la gente, también la gente que no está acostumbrada a ir al teatro, que salgan de ahí con ganas de volver otro día al teatro, que no le tengan miedo.
La música es una parte muy importante del espectáculo, ¿por qué?
Quería que hubiera una banda en directo. La música en directo llega mucho más a la gente que grabada.Tenemos batería, bajo, guitarra eléctrica, saxo, trombón y trompeta. Además también toco el piano o el ukelele en algún momento.
Además de tocar, los músicos, también juegan. No están en el fondo, con poca luz. Sino también interactúan conmigo, con el público. Y es de las cosas que el público agradece y le gusta, ver unos músicos que toca muy bien, y que tienen presencia, energía, y que juegan sin problema con el clown.
¿Se interactúa con el público en el espectáculo?
Es una parte muy importante. Depende de cómo ríe el público, de cómo respira… es cuando salen improvisaciones o no, cuando decido tirar hacía un lado o otro.
Yo bajo mucho a platea, no me gusta quedarme en el escenario, sino compartir el espacio con el público. El clown no tiene cuarta pared. Todo lo que pasa, pasa ahí en ese momento. Y es culpa nuestra y del público.
No obstante, no me gusta dejar mal a alguien del público, así que no lo fuerzo a hacer nada. Esta línea es muy importante. Si alguien se vacila, yo le vacilo. Pero no seré el primero. El público marca el ritmo i el límite. El público tiene que estar tranquilo y disfrutar.
¿Cuál es vuestro método creativo / de trabajo? ¿Cómo habéis creado este espectáculo?
Como espectáculo está muy inspirado en lo que hacía Jango Edwards hace muchos años cuando empezó. Él fue de los que en Europa empezó a hacer un clown diferente. No era el payaso clásico como se conoce más aquí (con nariz roja, zapatones…), era moderno.
Y él iba con una banda de músicos también. Fue el rockstar clown por excelencia. Él ha sido mi maestro clave en el clown.
Habéis trabajado en China, Francia, Rumanía, Holanda o Suecia. ¿Cómo ha sido la acogida en estos países?
En estos países he actuado con diferentes espectáculos. Con Marabunta aún no hemos ido. Sí que he actuado con algunos de los gags que hago en Marabunta.
En algún país dónde no tienes la palabra como arma, tienes que utilizar otras cosas. Tienes que buscarte la vida para que rían igual. Es difícil, pero se te abren muchas más posibilidades. La palabra la utilizamos cada día, ¡a lo mejor demasiado! Y me gusta también, hacer reír sin la palabra. De golpe tienes una «frontera» menos.
¿Es difícil hacer reír?
Es difícil en este día a día, donde se ríe poco. Donde si vas en metro y la gente te ve reír, se piensa que estás loco y te apartan la mirada. Y si vas con la cara seria, eres uno más. Incluso si vas llorando, ¡no pasa nada!
Creo que el drama nos une más a todos. Puedes poner muchos ejemplos donde todos nos pondríamos a llorar. Una muerte, hostia. Pero reír… ya hay más matices.
Más de 50.000 personas han visto vuestro espectáculo. Aproximadamente, ¿cuántos nuevos espectadores esperáis para 2016?
Pues no lo sé, ¡los iré contando! Pero para este año se esperan muchos bolos, empezaremos a actuar en sitios dónde no hemos estado nunca. Y en otros, por ejemplo en Portugal, que ya hemos estado tres veces.
¿De dónde le viene a Guillem Albà la vocación de clown?
Empecé estudiando teatro. Me viene de família. Mis pades tiene una compañía de teatro de títeres (Estaquirot Teatre) y lo aprendí todo de ellos. Iba a las actuaciones con ellos, la gente de alrededor se dedicaba a esto y siempre me gustó. Fui estudiando y probando estilos diferentes. La comedia siempre me tiraba más, hasta que encontré el clown.
El mundo está hecho una mierda, aunque me lo mire positivamente. Hay muchas cosas que se tiene que arreglar y el clown es uno más que puede ayudar. Mi granito de arena a todo este follón, es intentar hacer ver a la gente que todos somos iguales, la risa une, rompe fronteras. Es intentar demostrar que vivir puede ser más fácil. Es empezar arreglarlo des de abajo, des de la gente. Da igual de lo que trabajes, de cómo vistas o lo que cobres. Somos humanos. Actuando no tengo colores, ni banderas. Tenemos que reír, pensemos lo que pensemos.