Guerra es terror. El terror que siente el hombre que se va a la lucha, con todo el miedo de quien se juega la vida. Pero también el terror, menos reconocido -pienso eso sí en Màtria de Carla Rovira-, de la mujer que se queda sola, esperando sin esperanza, con la incertidumbre como única compañía. Cuando después de la guerra civil el marido de Maria no vuelve, ella decide actuar. Et vindré a tapar muestra el viaje que emprenden esta mujer y sus inseparables amigas para descubrir el destino final de su amado.
Blanca Solé, Montse Bernad y especialmente Maite Bassa -que recrea a la perfección el entrañable y reconocible estereotipo de mujer charlatana y bocazas – crean tres personajes definidos y con mucho carácter. Su manera de hablar y de moverse nos evoca rápidamente a las historias de posguerra que nos contaban nuestras abuelas o madres. Además, Bassa y Solé se desdoblan en otros personajes semi-fantásticos a gran velocidad, sólo con pequeños complementos de vestuario y grandes trabajos interpretativos y de movimiento.
Pero más allá de la historia que cuentan, la marca del grupo Espai en construcció, también presente en Si jo no hi fos, es la sencilla y preciosa puesta en escena. A modo de radionovela, la violinista Roser Farré intercala con su música, todo en directo, los diferentes efectos sonoros que nos trasladan a los escenarios de la obra. La dirección de Roger Ribó, acompañada por el ritmo frenético y la complicidad de las cuatro mujeres en escena consigue que veamos todos los espacios por donde pasan los personajes -desde un tren hasta un río, un bosque o una iglesia- con unas maletas antiguas y varias piezas de ropa como única escenografía.
Lo que empieza como tragicomedia realista, acaba desembocando en una especie de fantasía delirante. El final, eso sí, nos deja con la sensación de que nos falta algo. Quizás es una metáfora. Y es que parece que en la obra, como la memoria histórica, las preguntas abundan y los desenlaces, todavía hoy, se resisten a aparecer.
Et vindré a tapar de la cia. Espai en construcció
Dirigida por Roger Ribó
Interpretada por Maite Bassa, Montse Bernad, Blanca Solé y Roser Farré (música)
Hasta el 11 de marzo en La Vilella