¿Y si no hay nada que entender?
Querido lector, perdona que esta vez no diga nada.
Perdona que no describa esas ocho realidades palpitantes, juntas y separadas a la vez. Presentes. Esos dolores que son uno y son todos, que son tuyos y míos pero no son nuestros. Porque el nosotros, ahora lo sé, no existe.
Perdona que esta vez no te hable de comedia dramática ni de realismo absurdo. Porque hay tantas verdades como emociones y existencias. Y porque las barreras son for-me-formidablemente insignificantes.
Por una vez no quiero marchitar la energía encerrándola en un adjetivo. No reduciré la catarsis a las cenizas del lenguaje. Prefiero no usar palabras que ensucien, que desvirtúen, que ahoguen. Esta vez me quedo con el caos. Con el detalle. Con el cielo verde y con un orgasmo epiléptico. Correr y meditar o enterrar la cabeza. Y llamar, solo para ser escuchado. Sentir el miedo y suplicar amor. Perder, llorar, soltar y descansar después del fin del mundo, sin bambas ni compañías telefónicas que se interpongan.
Perdona que esta vez le dé espacio al silencio.
A ti te corresponde darle el tiempo.
Perdona que esta vez sienta sin buscarle el sentido. Y perdona que, al final, le encuentre todos los sentidos del mundo.
El temps que estiguem junts
Escrita y dirigida por Pablo Messiez
Interpretada por Joan Amargós, Quim Àvila, Clàudia Benito, Raquel Ferri, Eduardo Lloveras, Andrea Ros, Joan Solé y Júlia Truyol.
Hasta el 18 de marzo en el Espai Lliure