Emociones irregulares
Obabakoak, los habitantes de Obaba, protagonizan los más de veinte cuentos que conforman la homónima novela de Bernardo Atxaga. Relatos simbólicos, fantásticos e impregnados de un universo entre rural, místico y antiguo. Los espacios naturales, la presencia animal y el paso por fenómenos que carecen de una lógica demostrable son los rasgos característicos de unas historias de sabor frío y amargo. O así se ven al menos en la versión teatral dirigida por Calixto Bieito.
Con una puesta en escena que huye de todo realismo, aparece una combinación impactante de luces, sonidos, imágenes, vídeos y casi monólogos más narrativos que interpretados. 11 actores y sus estudiados movimientos se envuelven en un espacio más mental que físico, con momentos de gran potencia audiovisual pero historias a las que cuesta engancharse.
Y es que se esbozan en el montaje muchas tramas que no dejan empatizar ni comprender a los personajes. Estos quedan en muchos casos eclipsados por una poética muy abstracta. Con un elenco irregular, las interpretaciones son en general llevadas al límite con un exceso de gritos y dramatismo. El interés aumenta en momentos puntuales, como en la mujer –Miren Gaztañaga– que imagina desde su ventana la llegada del tren, en el personaje –Lander Otaola- víctima de múltiples personalidades o en la última historia, la del niño escritor – Joseba Apaolaza– a quien un lagarto le destroza el tímpano.
Pese a la clara búsqueda de la espectacularidad, la escenografía es muy sencilla. Absorben las 11 bicicletas que montan los actores acompañadas por unos focos a contraluz. Seduce el sonido del pedaleo que parece emular la lluvia. Inquieta el uso o no que hacen los actores de los diferentes micrófonos colgantes. No obstante, al final la obra se dilata demasiado y no aporta un mensaje claro. Se queda pues en la sensación, la emoción del que se deja llevar por los recursos que pretenden ser rompedores.
Obabakoak, de Bernardo Atxaga.
Versión y dirección de Calixto Bieito.
Cía. Teatro Arriaga Antzokia.
Interpretada por Joseba Apaolaza, Ylenia Baglietto, Gurutze Beitia, Ainhoa Etxebarria, Miren Gaztañaga, Iñake Irastorza, Karmele Larrinaga, Itziar Lazkano, Koldo Olabarri, Lander Otaola y Eneko Sagardoy.
Del 25 al 29 de octubre en el Teatre Lliure
Foto: E. Moreno Esquirel /Teatro Arriaga