Los Universos Paralelos de David Serrano, llega a Las Palmas con poca audiencia porque justo hay fútbol en estos días por la televisión. Aquí se demuestra una vez más la cultura de un país como el español, donde las pocas salas de teatro, y sus buenas carteleras, se ven afectadas negativamente por estos acontecimientos.
Cerrando los ojos a las masas y concentrándonos en el momento presente, los asistentes al Teatro Cuyás pudimos disfrutar de la obra maestra (hasta la fecha) del dramaturgo de Boston David Lindsay-Abaire. Una pieza que desarrolla todas sus acciones en la casa del matrimonio que forman Patricia (Malena Alterio) y Alberto (Juan Carlos Vellido). Por allí pasan Lucía (Ángela Cremonte), la hermana -enérgica, políticamente incorrecta, y con grandes dosis de humor- de Patricia, la madre de ambas (Carmen Balagué) y un jovencito Alex Postigo que le va a hablar de un Universo infinito con muchas vidas y planetas y donde cabe la posibilidad de que lo que ocurre en el planeta Tierra esté ocurriendo en otro lugar del espacio de otra manera y con variables diferentes. La teoría de Los Universos Paralelos, de que podemos ser la variante triste de nosotros y de que en alguna parte las cosas nos van bien es una bonita idea que llena de ilusión ésta obra teatral y esperanza para muchos en el público.
La escenografía (Elisa Sanz), pese a ser fija, está tan bien jugada la pieza por parte de los actores, el movimiento escénico diseñado por David Serrano es envolvente y la armonía que se genera en todo el espacio llega a abarcar el patio de butacas y más allá. La audiencia mira por una ranura y descubre ésta casa que ha acogido tantos momentos de felicidad. Tiene dos plantas comunicadas por una escalera de caracol aunque casi toda la acción ocurre al nivel de la primera planta y la segunda a penas se usa.
Los Universos Paralelos de David Serrano es muy recomendable. Comienza con una explosión de juventud y humor y acaba dejando el camino abierto a una nueva etapa con muchas posibilidades por delante para todos los protagonistas y para los espectadores también. Pase lo que pase en nuestras vidas siempre se nos ocurrirá algo que hacer con nuestros días. Todos los temas están tratados con mucho cariño y sentido del humor; así que no os desvelaremos absolutamente nada, para que os dejéis arrastrar por las notas tan bien tocadas de éste piano.