Cuando escuchamos las palabras mágicas ‘El Circo del Sol’, en nuestra mente todo se llena de magia, ilusión y aflora el niño que llevamos dentro, ansioso de apreciar la belleza del circo que solo esta “marca” parece que sabe transportarnos.
Nada mas lejos de la realidad. El Circo del Sol, nos encandila, pero dejo la pregunta en el aire ¿Consiguen arrastrarnos a la magia del circo como ninguna otra compañía?. En mi opinión hay muchísimas compañías de circo de la misma talla que el Circo del Sol pero con menos presupuesto que le impiden llevar a escena lo que ellos sí son capaces de hacer.
Y no todo es dinero, la realidad es que las personas que hay detrás de todas y cada una de las producciones del Circo del Sol, son realmente magos, como el protagonista de esta obra de circo, musical y por último y con letra pequeñita «teatro”. El problema de Zarkana es que no se consigue entender la historia. Es un mago que canta, que ocurren cosas realmente maravillosas sobre el escenario pero que carecen de un hilo conductor o al menos es complicado de ver. Imagino que el problema tiene nombre y se llama “Esperanto”.
Al termino de Zarkana, debatimos entre cual es el idioma que se escucha en todas las canciones de esta Opera-Rock: ¿Italiano, portugués, suajili?. Pues no, nunca lo adivinaríamos sino conociéramos al Circo del Sol.
Zarkana cuando se interpretó en el Radio City Music Hall de Nueva York, las canciones estaban en Ingles pero cuando salen de gira las cambian al esperanto. Ese idioma universal frustrado, que nadie llego a aprender, y que muy pocos han llegado incluso a hablar de él. ¿No sería más fácil que siguieran hablando ingles, ya que la gran mayoría del mundo lo tiene como su segunda lengua, y no tirar por la calle de en medio?. Sí, estoy de acuerdo que es marca de la casa, pero no es muy práctico.
Si previamente no has leído algo sobre la obra es muy complicado entender o adivinar que se trata de un mago que pierde sus poderes y a su amada. Su misión es encontrarla a lo largo de escenarios que cambian y nos transportan a diferentes mundos haciendo uso de una tecnología tan innovadora, que me atrevería a decir que ha sido pionera en representarse sobre los escenarios españoles. Pero vuelvo a decir que la tecnología sin ideas y sin creatividad no sirve de nada. El Circo del Sol sabe conjugar estas dos cualidades para conseguir algo mágico.
Con su increíble puesta en escena, consigue dejarnos con la boca abierta cada segundo del espectáculo: funambulistas, acróbatas, contorsionista, el arte sobre arena y hasta el humor de los míticos payasos de circo. Vivir Zarkana es vivir uno de esos momentos en los que desearíamos que el tiempo parase y poder contemplar sin pesar, lo que sobre el escenario son capaces de realizar seres de este, y para mi otro planeta, donde libran un pulso contra las leyes de la naturaleza, para desafiar la temida gravedad.