El éxodo de sirianos u otras víctimas de guerras y terrorismos a Europa tiene Grecia como una de sus puertas de entrada y el Mediterráneo como el obstáculo a salvar. Y es Grecia y el mar dos de los protagonistas de una de las aventuras más célebres de la literatura universal, la Odisea de Homero. De esta manera, la compañía Teatre Tot Terreny (artífices del éxito de Ragazzo de Lali Álvarez) adapta esta historia y la Sala Beckett la incluye en el ciclo Mar de Miralls. Este ciclo pretende reflexionar sobre los flujos de migración a través del Mediterraneo y dibujar este mar como un lugar de tránsito, puerta de entrada pero también campo de obstáculos que engulle a aquel que osa adentrarse en sus aguas. Y está claro que la Odisea es un buen referente literario a la hora de ejemplificar el Mediterráneo como ser temible, la naturaleza que muestra su cara más salvaje a unos supervivientes, manipulada por designios divinos y mitológicos. Pero más allá de la figura del mar, la Odisea no refleja el drama de los refugiados. Odiseo no huye de la guerra, él ha sido la guerra. Aun así, Odisseus es una adaptación enérgica, forjada con un plantel de actores jóvenes y una puesta en escena fantástica.
Su director, Quimet Pla, habla de que en Teatre Tot Terreny se dedican a dramatizar cuentos, relatos de nuestra cultura y que el proyecto de adaptación de la Odisea ya llevaba tiempo que le rodaba por la cabeza. Con una residencia de 3 meses en Can Felipa, Quimet Pla levantó el proyecto y lo hizo en familia, con sus hijos Oriol Pla (el vigoroso Ragazzo) y Diana Pla y haciendo una convocatoria abierta a través de Redes Sociales para que se apuntaran todos los talentos posibles, actores, músicos, bailarines,… De esta forma han reunido un equipo de 30 profesionales multdisciplinares y bajo el concepto de creación colectiva a través de la investigación y experimentación escénica han levantado una obra dinámica, de factura artesanal pero trabajada con todo lujo de detalles.
Tal como dice Quimet Pla, tenían ganas de contar el cuento de Homero y la dramatización está estructurada como tal. Así el uso del narrador, una figura juguetona que interactúa con la historia, va marcando los capítulos del relato. La primera aparición del narrador (omnipresente Oriol Pla) ya marca el tono de la historia: una coreografía, una danza, una carrera de obstáculos, donde la belleza de los movimientos, de los decorados, de la música y de la canción conducen la historia de esta batalla entre bestias y hombres, entre dioses y hombres, entre seres mitológicos y hombres, y, finalmente, entre hombres y hombres. De la Odisea hay muchos momentos memorables y sin duda Odisseus los remarca: la entrada del cíclope Polifemo, un muñeco gigante conducido por hasta 4 personas; el episodio del canto de las sirenas con Odiseo enloqueciendo y haciendo acrobacias aéreas con cintas talmente como si estuviera atado en el mástil; la entrada festiva, con sus ropajes vistosos, de los feacios y la aparición del carro de Nausicaa conducido por un caballo con los andares equinos de Oriol Pla; el capítulo de los vientos de Eolo; o el sólo de guitarra de Telemaco, un lamento por la desazón del hijo de Odiseo por no saber si su padre está vivo o muerto. Todo el trabajo que se ve en esta modesta producción remite al teatro más artesanal y colectivo de Els Joglars o Comediants (precisamente Quimet Pla fue fundador de este último).
En el apartado actoral, Oriol Pla da forma a un narrador que dirige e interviene en el relato apareciendo como un duende. Este chico come a parte, un ejemplo de lo que es un actor multidisciplinar, forjado tanto en la calle como en la tele. A su lado, el resto de actores llevan sus personajes de manera lineal, sin muchos matices ni recovecos (la dramaturgia explora mucho más la aventura que el retrato psicológico). Es una obra coral, donde tanto las palabras como las coreografías están por encima de la interpretación más íntima e intensa. ¡Pero que gusto da verlos trabajar para dar forma artesanal al épico relato de Homero!
Odisseus, a partir de la Odisea de Homero.
Dirigido por Quimet Pla.
Dramaturgia a cargo de Quimet Pla, Oriol Pla y Pau Matas.
Interpretada por Josh Climent, Andrea Eraso, Raül Ferré, Marc Giró, Cèlia Gómez, Mike Gómez, Pablo Macho, Laia Manzanares, Sandra Morales, Diana Pla, Oriol Pla y nueve intérpretes más.
Fotografía de Clàudia Serrahima.
Adaptación artesanal y enérgica del gran relato de Homero.
Hasta el 8 de enero en la Sala de Dalt de la Sala Beckett.