Ha empezado uno de los proyectos teatrales más esperados en el Espai Lliure de Montjuïc. Se trata de la trilogía Tot pels diners, una producción a tres bandas cuya producción la lleva La Brutal, esta compañía creada al alimón por David Selvas y Julio Manrique entre otros. De corta vida, la Brutal lleva ya varios dardos en la diana y se muestra como una de las compañías que más y mejor darán que hablar en los años venideros. En este caso, el encargo del Lliure se ideó para ofrecer un tríptico donde a través de tres miradas diferentes se reflexionará sobre el poder del dinero en nuestra sociedad. Cuatro autores y directores. Nao Albet y Marcel Borràs en esta primera, Iván Morales en Cleopatra y Victoria Szpunberg y David Selvas en L’onzena plaga. Tres nombres míticos, de referencias épicas y/o religiosas. Y en las tres historias un mismo personaje que va deambulando, un antihéroe de nombre Dylan Bravo. Con estas premisas, los autores se pusieron a escribir cada uno por su lado, pero en perpetúa conexión para que se crearan sinergias narrativas y se filtrarán conexiones entre las historias (cabe decir, que son historias independientes, pero que ver las tres completará otro arco dramático). De momento, tenemos la primera parte, Mammón. Otra maravilla, otra locura de Nao Albet y Marcel Borràs.
La historia? conviene no dar muchas pistas del juego de los autores. Si leen su sinopsis, verán que se trata de un relato épico, fenicio, donde se cuenta la vista de Mammón, Dios o demonio (depende de la facción religiosa desde donde se mire) de la avaricia, a un poblado donde terminará sembrando el caos y la tragedia, haciéndoles descubrir el valor del oro que yace en su tierra y despertando así la codicia entre sus habitantes. Pero las intenciones de levantar un proyecto faraónico, una coproducción con el Burg Theatre de Viena de 160.000 euros, con orquestra en directo y escenografía levantada en la plaza Margarida Xirgu, se diluirán. Así todo empieza como un falso documental, apoyado con las explicaciones de Javier Beltrán y Paula Blanco y las proyecciones de vídeo y fotografías donde se nos cuenta toda la génesis del proyecto (el viaje de Borràs a Siria, donde conoce el relato de Mammón en un contexto bíblico que le inocula un trauma) y su evolución hacia una comedia loca de referencias tarantinescas (Dylan Bravo, un Danny Trejo particular, o el juego con el botones a lo Four Rooms), combinando la arquitectura teatral con la del cine.
Bajo el texto de Albet y Borràs yace así distintas capas superficiales, estas referencias cinematográficas, que van des del reporterismo de guerra a la peli de Las Vegas (una ciudad con género propio). Pero la historia la vertebran dos líneas dramáticas: el periplo de vicio y desenfreno de Albet y Borrás y la historia de Dylan Bravo. Este hombre, un trotamundos con mucha vida detrás, de origen catalán, es un actorzuelo de serie B que ha sobrevivido al sueño americano en Las Vegas. Su presencia magnética se debe a un trabajo brutal del actor Manel Sans, desde la voz y el ritmo de sus palabras hasta sus andares. Este llanero solitario del póker va contando su propia historia desordenada a través de recuerdos y cantos alucinados y va dejando pequeñas pistas, anclajes que se recogerán en la próxima obra de Iván Morales (cuya presencia fantasma en Mammón es vital para el desarrollo de la historia).
Pero vertebrando todas estas capas hay una capa interna, esta crítica lúcida y lúdica a la corrupción del dinero. El relato fenicio se repite en las desventuras de Albet y Borrás en la ciudad del juego y su Mammón particular viste sombrero cowboy y observa el desierto americano como las piedras de la antigua Khalpe. Antes pero una juerga metateatral, una orgía donde los autores escupen todas sus referencias artísticas (des de la excelencia del director teatral Jan Lauwers hasta la cara B de Machete) dominando el ritmo narrativo hasta un final orgiástico y trágico a la vez.
Mammón de Nao Albet y Marcel Borràs
Dirigido por Nao Albet y Marcel Borràs
Interpretado por Nao Albet, Marcel Borràs, Manel Sans, Paula Blanco, Javier Beltrán, y Mima Riera.
Comedia metateatral.
Hasta el 26 de abril en l’Espai Lliure de Montjuïc.