Alegra contemplar esta rara avis en la programación estival hispalense. Alegra constatar que en el Sur y desde el Sur la imaginación puede hilar aun más fino y, que en manos de chispeantes intérpretes y un hábil director, uno asiste -confieso que tan embobado como algunos niños que por allí pululaban…- a la puesta en marcha de un juguete escénico llamado Lapsus: desconcierto acústico. Aunque -con la venia de la compañía- no encontré tal “desconcierto“ sino un pieza redonda, afinada y con una armonía que atrapa.
Lo genial de este espectáculo, crisol donde el universo del clown comparte territorio con los metales, es su capacidad para que puedas apreciarlo con los ojos de un crío, asombrándote cada cinco minutos exactos por los fenómenos que se atolondran cómicamente en escena, o por las ocurrencias circenses de siempre reseteadas con la originalidad por bandera; o por las sonoridades de los instrumentos: sutilidad presentada por un gourmet (Jorge Barroso “Bifu”), y este Cuarteto nuestro (Rafael Rivera y los hermanos Campos) quienes, no sólo acampan en el espacio callejero con sus charangas de viento y percusión, sino que también pueden sentirse orgullosos de conquistar las tablas que se planteen. Alegra, como dije al principio, que la imaginación siga dando sus frutos tras meses de esfuerzo concienzudo y milimetrado -según me cuentan- y de depurar al máximo hasta conseguir un producto curioso, mágico y, sobre todo, enormemente sorpresivo.
La historia no la voy a desvelar, pero les diré que es sencilla, tan sencilla que cobra el matiz de una cándida anécdota que nos puede ocurrir, o que nos gustaría que nos ocurriera, a alguno de nosotros un día cualquiera: eso de que el Tiempo se detuviera, o se acelerara, o se retrasara, pero que nos transportara de alguna manera y nos sacara de la Realidad, al menos, durante los 50 minutos que dure esta traslación maravillosa. Y que suene la música durante el trayecto, pero una música lista para el abordaje, con notas que se estiren o se quiebren, que estallen por los aires y que cobren mayor sentido que las palabras, porque en Lapsus, la palabra pierde la batalla ante el gesto, ante el virtuosismo simpático que parece recién sacado de la próxima producción Disney.
De las calles a la escena sin dilación: “El Cuarteto Maravilla” combinando el sonido con el tiempo, y su Lapsus en la coordinada temporal/musical que se nos presenta rebosante de sonrisas y sorpresas. Acudan porque la canícula en Sevilla nos da este fin de semana una tregua apetecible.
LAPSUS: DESCONCIERTO ACÚSTICO
Cía. El Cuarteto Maravilla
http://www.cuartetomaravilla.com/
Palacio de la Buhaira, Sevilla 3, 4 y 5 de agosto
Dirección y dramaturgia: Jorge Barroso “Bifu”/“El Cuarteto Maravilla”
Intérpretes: Rafael Rivera, Antonio Campos y Rafael Campos
Género: Musical y comedia