«El teatro es el testimonio presente y directo, como ninguna otra disciplina artística puede hacerlo. No hay nada tan emocionante como el teatro, que es un espacio donde confluye todo, la música, la danza, las artes plásticas… Allí se pueden expresar en conjunto todas de las artes que se pueda imaginar. Por eso el teatro es emocionante». – Andrés Lima
Emoción…eso es, el impulso que nos mueve hacia algo o alguien. Reproducir una pieza de suspense o terror en el teatro raras veces se ve, y si he de ser sincero, no sé si es porque es un género que normalmente requiere de efectos que en el mundo audiovisual funcionan y son fáciles de encajar y en el teatro no, o porque tradicionalmente se ha guardado más éste género para el cine. Pero somos una infinidad la cantidad de adeptos de éste género que somos también grandes amantes del teatro y encontrar una joya como” La mujer de negro” que sume ambas cosas, no tiene precio.
La novela original de Susan Hill, reúne los ingredientes necesarios para mantener al lector enganchado pero a la hora de montar eso sobre escena, la tarea es mucho más ardua de lo que pudiera parecer a priori, pero señores, el juego que da un buen texto y la imaginación de dos buenos actores a la hora de poner ese texto en pie, entre ellos uno de los grandes como es Emilio Gutiérrez Caba, nos adentran en la historia sin necesidad de grandes artificios y excesivas escenografías, simplemente con el arte de la declamación, el sentimiento y lo que realmente importa, que es que nos cuenten una buena historia, algo interesante, que nos atrape, que nos atraiga y produzca en nosotros una reacción…y a eso lo llamé emoción, de emocionante, porque si algo tiene esta historia es que es emocionante y sencilla, pero inquietante y embaucadora.
Un auténtico descubrimiento el partenaire interpretado por Ivan Massagué, actor catalán al que conocía por haber interpretado algún personaje en la pequeña pantalla y que en esta obra está en un registro de galán protagonista muy diferente al que nos tiene acostumbrados y muestra una química con su compañero de escena que hace crecer más ya de por si el buen resultado final.
No se dejen convencer por los primeros quince minutos de la obra, que para ser sincero empieza algo lenta de ritmo. Denle la oportunidad y disfruten de la verdadera magia del teatro sin edulcorantes ni conservantes.
Y recuerden que…el espectáculo siempre debe continuar.
¡Arriba el telón!
Teatro Fernán Gómez. Hasta el 1 de junio de 2014
Intérpretes: Emilio Gutiérrez Caba, Ivan Massagué.
Director: Emilio Gutiérrez Caba.