¿Recuerdas la sensación de subir por una montaña rusa? Una mezcla de tensión y adrenalina, de nerviosismo y expectativa. Pues así es como se siente uno al ver inTarsi, un espectáculo en el que los miembros del Circo Eia hacen todo tipo de virtuosismos sin ni siquiera inmutarse, al menos en apariencia. Desde las gradas, los espectadores más sensibles alternamos los ¡oh! de sorpresa y admiración con algún ¡uy! de preocupación mientras nos tenemos que auto-recordar que estamos ante profesionales que lo tienen todo controlado. Y es que estos cuatro chicos llevan mucho tiempo preparando todos y cada uno de los movimientos de la actuación. Y eso se nota en la compenetración y la agilidad que demuestran.
Creado en residencia, este es un espectáculo en continua metamorfosis, que evoluciona más en cada función. En él, los artistas combinan danza, mimo y acrobacias en un trepidante montaje que atrapa a todos los públicos desde el primer momento. Solos o en grupo, cada uno de los artistas desarrolla sus números a partir del tipo de técnicas circenses que más domina. El conjunto, una demostración de habilidad con portés acrobáticos, banquina, mini-tramp, báscula…
Las diferentes proezas vienen ligadas por una escenografía inspirada en juegos de construcción orientales como el tangram o el jenga. Un conjunto de piezas de madera son movidas y combinadas constantemente por los actores para formar las estructuras necesarias para cada número. La puesta en escena se complementa con una iluminación cálida e íntima que realza cada una de las escenas.
Pero sin duda lo que más llama la atención es la frescura y la vitalidad que desprenden los acróbatas. En el público, si los pequeños quedan embobados ante el dinamismo de la pieza, los mayores nos enamoramos de esa actitud despreocupada y divertida de los personajes. No pretendas imitarlos por más sencillo que parezca lo que hacen. Lo que sí que puedes hacer es dejarte contagiar por la alegría con la que convierten cada movimiento en un juego de niños.
InTarsi de Compañía de Circo Eia
Dirigido por la Compaía de Circo Eia y Jordi Aspa
Interpretada por Armando Rabanera, Fabio Nicolini, Fabrizio Giannini y Manel Rosés
Teatre de Salt, 1 de octubre, dentro del festival Temporada Alta
