Una propuesta muy ambiciosa por parte del creador y director de esta obra. Con un título que, por supuesto, transporta al espectador a la época en que Shakespeare escribiese una de sus obras maestras. Antonio Travieso, inicia su aventura dramatúrgica a partir del momento en el que el Príncipe Hamlet se fuga de palacio, tras la muerte de su amado padre, y concluye, el día en el que coronan a su tío Claudio como rey de Dinamarca.
El espacio escénico está desnudo, como Hamlet ante la nueva situación que le presenta la vida. La escenografía es muy funcional, constando únicamente de sillas a ambos lados del escenario – tras las cuales los actores hacen los cambios pertinentes en su indumentaria, ante los ojos de los espectadores – y una banqueta roja; por lo que la creación de los distintos espacios, por donde trascurre la acción, queda en manos de los actores, que los hacen visibles a través de su trabajo gestual, mímico y sensorial.
El espacio sonoro tiene matices realmente conmovedores; acompañando en algunos momentos a la acción de forma tan sutil, como si de una banda sonora se tratara. Destacar la iluminación de la escena, ya que realmente es un signo que crea y separa espacios, lo que ayuda a guiar la mirada del espectador hacia donde se pretende.
Una obra como “Hamlet está dormido”, conlleva una complejidad intrínseca, ya no sólo porque es una historia nueva, sino porque en la memoria colectiva hay muchos referentes hacia la figura de “Hamlet”. Es admirable la capacidad del autor para crear todo un mundo paralelo a lo ya conocido al respecto e intentar quitar prejuicios de la cultura popular para poder ver con nuevos ojos, con los ojos inocentes de un niño, una nueva dramaturgia de “Hamlet”.
En esta propuesta nos encontramos con un Hamlet “dormido”, ya que para evadir su realidad actual se introduce en un sórdido mundo, repleto de personajes grotescos, vicios,… en una sociedad sin ley y sin justos ni pecadores. Diez actores que interpretan a algunos de los personajes ya creados por Shakespeare y a otros nuevos salidos de la pluma de A. Travieso.
Dar las gracias a la Sala Liberarte por dar la oportunidad – que les es legítima por derecho – a las troupe de actores y a los creadores, de expresar su arte, sus ideas y de obtener un feed-back humano y cercano con el público. Siendo un espacio que permite a los actores “estar” y vivir con ilusión. “Hamlet está dormido” es escuchado en sus plegarias: Hace tanto tiempo que no me ocupo en ‘estar’, simplemente en ‘ser’, siempre preocupado en ‘parecer’.
Sala Liberarte sábado 12 de Enero a las 21.00 h, el domingo 13 a las 20:30 h,
viernes 18 a las 21.00h, sábado 19 a las 21:00h y domingo 20 a las 20.30h
Sala Bululú domingo 27 de Enero a las 19:30h
todos los domingos de Febrero a las 19:30h