El teatro de la política o la política del teatro. Dos conceptos diferentes que en Camargate se complementan. El 7 de julio del 2010, la líder del PPC, Alícia Sánchez-Camacho se citó con Maria Victoria Alvárez, la ex amante de Jordi Pujol Jr. en el restaurante La Camarga. La conversación fue grabada por el equipo de investigadores Método 3. Allí se destaparon distintos trapos sucios sobre los negocios de los Pujol. Pero no fueron los únicos. La conversación entre estas dos mujeres tan pagadas de sí mismas es un testimonio del esperpento político de teje menejes de nuestro país. Y ahora no es solo accesible en formato audio ( solo hay que googlear un poco y encontrarán fácilmente el audio filtrado), sinó también en teatro. La política es puro teatro y el teatro, en este caso de la compañía TeatrodeCERCA, refleja, sin muy pocos añadidos, este caso político. Jorge-Yamam Serrano adapta y dirige Camargate, una recreación teatral de este encuentro donde todo lo que las dos actrices dicen es tal cual se dijo en su momento.
En que se queda pues el trabajo de dramaturgia y dirección? En montar y seleccionar aquellos fragmentos de más interés, cuyo contenido informe tanto de los detalles de los negocios de Pujol Jr. como retrata el carácter ególatra y profundamente pijo de las dos protagonistas. Esta es una fiesta del esperpento español oficiada por dos damas que muestran que la realidad es mucho más caricaturesca que la ficción. Además Serrano y Nico Aguerre, ayudante en dirección y dramaturgia, empiezan dando el protagonismo a la líder del PPC situándola en el Parlament de Cataluña atendiendo a las preguntas de los periodistas una vez dado a conocer el caso. Recreando así un formato documental, echan la vista atrás para reconstruir los hechos rápidamente y ubicarse en el salón privado de La Camarga. Las dos mujeres no son ni Alicia ni Vicky, sinó Antonia y Bibi. Más vale guardarse las espaldas en el terreno de la falsa ficción por si hay alguien que se sienta aludido. Una vez dentro, la conversación entre las dos mujeres solo es interrumpida por el camarero y algún personaje más. Pero la linealidad se rompe en un par de momentos, cuando recrean el encuentro de Bibi con Jordi Pujol Jr. o cuando las dos mujeres hacen un corte para dar un salto adelante y recordar los watsapp de la discordia. Todos estos mensajes, así como distintas fotos de políticos que se nombran, se proyectan en una pantalla añadiendo otra apunte documental más para afinar la denuncia. El resultado final ofrece una reconstrucción fidedigna y no caricaturizada del encuentro.
Precisamente, la opción acertada del director y muy bien ejecutada por el elenco era la de no caricaturizar. El diálogo da una idea de cómo debían estar aquellas dos mujeres, como debían comer, como se debían mover. La compañía solo hace que interpretar todo eso de manera natural. Pongamos un ejemplo contrario. Aún están triunfando en el Poliorama los chicos de Polonia, el musical. Ahí todos los políticos son caricaturizados y la líder del PPC, una de las que más, torciendo la boca exageradamente emulando a la real. En Camargate, Gristina Gámiz no tuerce la boca, no hace nada de eso, aún así vemos perfectamente a Sánchez-Camacho des de su gesto facial hasta sus movimientos y su entonación. Y al otro lado del ring, Anna Sabater hace lo propio con la víctima Bibi, súper pija y encantada de conocerse, aunque tremendamente frágil. Este personaje (que no es personaje, sino persona) ha vivido su particular infierno, dependiente sexual de un supuesto dios del folleteo con tendencias bipolares y busca venganza, decidida a descubrirlo todo, pero al mismo tiempo busca cierto consuelo en una supuesta amiga, quien resulta ser una víbora. Eso sí, con piel de cordero, o mejor dicho, vestida de Zara. Esta Sánchez-Camacho apisona a cualquiera, sin escrúpulos y como dice ella es como aquellos chicos que ponen una piedra en la vía del tren esperando a que cuando pase, descarrile. Lo único es que en este tren va ella también y podría terminar descarrilando.
Personalmente, salí del Tantarantana profundamente indignado, una vez más, pero ahora con un testimonio real de la bajeza moral de nuestros gobernantes. Teatro real, de denuncia, político. Cómo dice el propio Jorge-Yamam Serrano, allá donde no llega el periodismo que lo haga el teatro.
Camargate de Jorge-Yamam Serrano sobre las escuchas de La Camarga
Dirigida por Jorge-Yamam Serrano.
Con Cristina Gámiz, Anna Sabater y Pep Durán.
Comedia real política
Hasta el 29 de marzo en el Teatre Tantarantana.