Fermí Casado presenta en Versus Teatre su primer texto con el título de «Absent«. La obra nos cuenta la historia de un conductor de autobús que acude a una psiquiatra porque durante sus horas de trabajo le ocurre un hecho insólito: pierde la noción del tiempo y del espacio. Al llegar al final de su línea de autobús, despierta de su ausencia y se da cuenta de que no recuerda absolutamente nada del trayecto, ni de cómo ha llegado allí, ni de quién ha subido al autobús, nada de nada.
Fermí Casado nos ofrece, así, una crítica hacia el automatismo en el que se ve sometida la sociedad. La rutina, las obligaciones y las costumbres nos convierten en seres automáticos que ni siquiera recaemos en los movimientos que hacemos. Al ser esto así, hay muchos momentos en nuestras vidas que no vivimos, que desaparecemos, que nos ausentamos de la vida y no estamos aquí, nos refugiamos en nuestro propio mundo.
La idea de «Absent» está muy lograda: partiendo de la vida sencilla de un conductor de autobús, se nos intenta lanzar la idea de que el ritmo que llevamos de vida hace que, irónicamente, no vivamos, sino sólo andemos hacia la ruta marcada. Cuando alguien quiere salirse de ese camino bien perfilado, es cuando alguien se rebela y la rebeldía es el único camino hacia la libertad. Sin embargo, esta idea en la que se basa el planteamiento de la obra, no se desarrolla sobre el escenario. El protagonista hace tanto hincapié en el problema que le lleva a la consulta de una psiquiatra que consigue que el otro nivel de lectura de la obra, el nivel metafórico y simbolista, se vea relegado a un segundo plano. La idea de «Absent» es brillante pero la crítica social se ve acallada por la normalización del hecho insólito.
La sucesión de escenas en la consulta, los hechos dramáticos del protagonista (bañados con muchos clichés) y el desenlace de la obra hacen que ésta pierda energía y el ritmo inicial decaiga a medida que avanza la trama. No obstante, cabe destacar el gran trabajo de Fermí Casado, un actor en mayúsculas que consigue adentrarte en la historia y hacerte partícipe de ella con ningún decorado ni apoyo más que una simple silla y un magnífico juego de luces. El trabajo realizado por él es digno de admiración: su expresividad gestual y su fuerza escénica llenan un escenario que está completamente vacío.
Como he destacado a nivel escénico, el diseño de luces da un juego increíble a la trama dotándola de un toque de modernidad y de teatro experimental y contemporáneo; es uno de los elementos más geniales de la obra. En lo que a la música concierne, la voluntad experimental sobrepasa los límites de lo innovador y no congenia, en absoluto, con la trama ni con el tono de la obra.
En términos generales, esta obra de poco presupuesto y buenas voluntades, lanza un mensaje crítico de la mano de un actor de bandera que logra estremecerte, emocionarte, ponerte los pelos de punta y acompañado, únicamente, de un juego de luces original, contemporáneo y dinámico. «Absent» es una obra recomendable a nivel experimental, es teatro alternativo que lanza un grito de desespero hacia esta crisis que nos está convirtiendo en marionetas de la sociedad.