«73 raons per deixar-te». 73 razones para dejarte. Ni una más ni una menos. A primera vista podemos pensar que son muchas, pero te pones a analizar y las cuentas salen. Pequeños desavenencias en gustos y opiniones, prioridades diferentes, rutina… Todos los motivos que plantea el musical están presentes también en la vida. Y es que la naturalidad es uno de los elementos más destacables en una propuesta que, sin dejar el género sencillo de la comedia romántica, está lleno de realidades.
El musical nos cuenta la historia de una chica apasionada por las compras y un intento de actor lleno de ideales y ganas de cambiar el mundo. No parece la más fácil de las combinaciones, así que lo aparentemente inevitable acaba llegando. La rotura de la pareja nos sirve como excusa para conocer a fondo cómo han sido sus tres años de relación: la extraña casualidad por la que se conocen, la rápida decisión de irse a vivir a juntos y el paulatino deterioro de su día a día. Actúan como maestros de ceremonias el padre de ella, un humilde cerrajero aficionado a las citas célebres, y la madre de él, una portera retraída que no cree más en el amor. La pareja rompe la cuarta pared y se dirige al público para explicarnos todos los detalles de lo sucedido entre los jóvenes protagonistas.
El musical tiene mucho del “T’estimo, ets perfecte… ja et canviaré” que en su día dirigió la esta vez también directora Elisenda Roca. Una vez más, cuatro actores hablan en clave de comedia musical de la vertiente más cotidiana del amor. No obstante, los sketches breves son substituidos en esta ocasión por una historia completa con nudo, planteamiento y desenlace, en ese orden.
En el programa de mano de T’estimo…, Roca decía que un auténtico musical es aquel en el que las canciones son una parte fundamental de la trama, hasta el punto que, si se eliminaran, la obra no tendría sentido. En este sentido, 73 raons … es también un musical auténtico, en el que las canciones se ponen al servicio de un guion lleno de retazos filosóficos. Se notan pues las manos de Guillem Clúa y Jordi Cornuella, quienes sitúan el argumento en un contexto contemporáneo y totalmente localizado en Barcelona. A diferencia de muchos musicales de gran formato, en el que lo que predomina son las formas, aquí hay una historia tierna y conmovedora. En un momento en el que las frases positivas y los grandes pensamientos están a la orden del día, un montaje con estas características, escrito con un tono actual, fresco y desenfadado, tiene todas las papeletas para triunfar.
Junto a Roca, repite también el equipo musical, formado por Andreu Gallén a la dirección y al piano y Victor Pérez al violín, así como la actriz protagonista. Mercè Martínez demuestra una vez más su talento tanto en la interpretación como en la canción, cosa que no pueden decir los actores de muchos musicales de gran formato. Y continuando con el elenco, merece mención especial la gran actuación de Mone Teruel, quien pese a ser mucho más joven, entabla perfectamente el prototipo de portera dominante con la que todos nos hemos cruzado alguna vez. Completan el reparto Marc Pujol, bien compenetrado con Martínez, y Abel Folk (substituido ahora por Àlex Casanovas), quien otorga a su personaje la serenidad y la madurez de la experiencia.
También merece mención la puesta en escena, en la que abundan los pequeños detalles. Por un lado, el vestuario de Laia Cambrils es común pero lleno de color y simbolismo –muy divertidos los cambios de camiseta en la escena de la convivencia-. Por otro, la escenografía de Ricard Prat y Coll consigue transportarnos sin grandes infraestructuras y de forma muy clara tanto a la casa de los protagonistas como a un espacio tan aparentemente complicado de representar como es el metro.
En definitiva, nos encontramos con un musical de mediano formato muy completo, el que todos los elementos se ponen al servicio de la trama. Si bien los personajes parecen al principio muy estereotipados, a medida que avanza la historia vamos viendo en ellos un toque humano fácilmente reconocible. 73 raons … te invita a reflexionar sobre el amor, la vida y la convivencia. Y si en el camino te ríes, te identificas con los personajes y disfrutas de un buen rato de canciones y buenas interpretaciones… ¿qué más razones quieres para ir a verla?
73 raons per deixar-te de Guillem Clúa y Jordi Cornuella
Dirigido por Elisenda Roca
Con Mercè Martínez, Marc Pujol, Mone Teruel y Abel Folk (ahora substituido por Àlex Casanovas).
Hasta el 17 de enero en el Teatre Goya.