Barcelona ha acogido la primera edición del Oui! Festival de T(h)eatre en francès (en francais). Del 1 al 12 de febrero, el Almeria Teatre, el Institut Français de Barcelone, la Sala Beckett y el Institut del Teatre han albergado hasta 10 compañías que han dado muestra del talento del teatro contemporáneo francés. También se han realizado lecturas dramatizadas y mesas redondas abiertas al público en general para fomentar el encuentro entre profesionales de los dos países. La noticia de que se haya creado un festival de esta índole demuestra varias cosas. La primera es que parece ser que Barcelona, vaya las instituciones públicas y privadas, están doblando esfuerzos para hacer llegar producciones internacionales a la capital catalana. Y es que más allá del Grec o de las obras que programan el Lliure y el TNC, la presencia de compañías europeas, o de más allá, ha sido testimonial en los últimos años. Tampoco es que ahora sea para tirar cohetes, pero está mucho mejor que hace dos o tres años. La segunda es lógicamente que Barcelona, y aún diría más, Cataluña, con el Temporada Alta como motor de creación y exhibición de teatro europeo, despierta el interés en los autores y compañías de todas partes para poder mostrar sus proyectos. Sea como sea, tener la opción de ver el teatro que se hace fuera de nuestras fronteras es muy gratificante para ver nuevas formas teatrales, nuevas narrativas. Sabemos que esta edición del Oui! ha sido un éxito. Y qué Francois Vila y Mathilde Mottier, los directores del certamen, ya está trabajando para lanzar otra edición para el próximo año.
La Sala Becket fue la encargada de clausurar el festival con la programación doble del díptico Beautiful Losers: Lichen-Man/ The Shaggs de Frédéric Sonntag, joven autor y director francés que ya vislumbró en la antigua Beckett hace un par de años con el texto George Kaplan. Si por entonces nos hablaba sobre las relaciones de poder en las sociedades contemporáneas, ahora su mirada contemporánea la centra más en el individuo. En aquel ser sobrepasado por las circunstancias de su vida, el perdedor, el ser anónimo que se ve forzado a dejar de serlo debido a ciertas injerencias externas. La primera obra, Lichen-Man, nos presenta un científico de una farmacéutica que al trabajar en un compuesto de líquenes se ve afectado por una extraña mutación que progresivamente lo va transformando en un hongo humano. La segunda obra, el protagonismo es colectivo, tres hermanas de una familia media americana de New Hampshire, son obligadas por su padre a formar una banda de rock y a hacerlas triunfar, pese a sonar realmente mal. Dos ejemplos de Sonntag sobre la mirada del perdedor en nuestra sociedad contemporánea, una figura sobre la que muchos acabamos elevando a categoría de súper héroe o de súper estrella, muy a su pesar.
Lichen-man es una obra adaptada por Sonntag del cómic Prestige de l’Uniforme, un cómic de Loo Hui Phang et Hugues Micol. Sin duda, el reto de Sonntag era como adaptar la estructura de cómic tan marcada en un escenario convencional. Para ello diseña un espacio con una pared sobre la que se proyectan escenas del cómic original, de Superman (la estética es más del DC antiguo que de Márvel), donde se insertan vídeos de noticias…; una maqueta de la ciudad por la que veremos trepar el súper héroe; y un total de 4 actores que van interpelando al protagonista desde los micrófonos como si fueran voces omniscientes y dos músicos que, desde arriba el muro, van poniendo voz y música a la trágica historia de este científico torturado por la burocracia farmacéutica que termina siendo un súper héroe muy a su pesar, y renunciar a todo lo que era y tenía, trabajo y familia. El montaje es vivo, trepidante, aunque a veces se hace un poco largo en los intermedios musicales.
En The Shaggs el texto es original de Sonntag y como contrapunto del hombre-liquen, cede el protagonismo a tres personajes, tres hermanas que cuentan desde un punto de vista más documental, más de biópic (el estilo y las referencias cinematográficas son marca de la casa) como fueron obligadas por su padre a cumplir la predicción que la madre de éste le hizo en su juventud: tus hijas van a formar una banda de rock y van a triunfar. Sin ninguna dote por la música, ni ninguna ambición para llegar a ser estrellas, estas hermanas no salieron más allá de su pueblo, pero el tesón de su padre hizo que terminaran grabando uno de los peores discos de rock de la historia. No hay trampa ni cartón. La banda era muy mala y así nos lo hacen ver en dos o tres actuaciones en directo de sus temas. Pero el autor, que desde este punto de vista documental trata a sus protagonistas con mucho respeto y sin sorna, centra su crítica e ironía sobre la sociedad y cierta industria musical, de los ’70 hasta hoy, que, ya con el padre muerto, terminan entronizando a la banda a los olimpos de las grandes bandas de rock. Este falso biópic teatral desnuda más la escenografía solo dejando a un lado del escenario el salón de la casa familiar y al otro lado un escenario donde descansan guitarras, batería y micros. Y en medio las tres hermanas, el padre y otras voces en off. La comedia del relato está tanto en el retrato de las tres hermanas negadas por la lírica, la composición musical y el ritmo como por la contextualización de la banalidad e idiotez de ciertos gurús de la crítica musical.
Sin duda, poder disfrutar de la presencia del autor Frédéric Sonntag es un lujo para esta primera edición del Oui! Pero seguro que la propia compañía francesa también debe pensar lo mismo respeto a poder estrenar este interesante díptico en la nueva Beckett. Barcelona y Catalunya pueden, y deben, ser un espacio de exhibición de teatro europeo. Y así será.
Beautiful Loser: Lichen man- The Shaggs de Loo Hui Phang, Hugues Micol y Frédéric Sonntag.
Dirigida por Frédéric Sonntag.
Interpretada por Antoine Herniotte, Lisa Sans, Jérémie Sonntag, Paul Levis, Arnaud Delannoy en Lichen- Man; y por Lisa Sans, Fleur Sulmont, Jérémie Sonntag, Paul Levis.
Díptico sobre los perdedores anónimos.
En la Sala Becket, en el marco del Oui! Festival de T(h)eatre en francès (en francais), el 10 y 11 de febrero.