Teatro que cura
Si los trabajadores del hospital acogieron al alter ego de Sergio Blanco durante su enfermedad, él ha querido devolverles los cuidados a su manera y en su terreno, el teatro. Para ello crea Covid-451, una lectura dramatizada en forma de autoficción que rinde homenaje a todos los miembros del sector sanitario que los últimos meses han trabajado con extrema dureza. Sin descansos, separados de sus familias para evitar contagios y con la impotencia de, en los peores momentos y como ellos mismos narran, alcanzar la escalofriante cifra de hasta 50 muertos diarios en un mismo hospital.
Un médico, una enfermera, una trabajadora social, un camillero y una limpiadora. En la historia, ellos fueron las únicas personas a las que el protagonista, leído por Blanco, pudo ver durante las tres semanas que estuvo ingresado por coronavirus. La columna vertebral del texto cuenta con una estructura aristotélica en la que los tres actos, precedidos y concluidos por un prefacio y un epílogo, corresponden a cada uno de estos periodos. Sin embargo, el juego de la autoficción no pretende esconder el engaño. La narrativa va saltando de lo que aparentemente pasó en el hospital a los ensayos de la pieza escénica o al mismo presente sobre el escenario. Se desvela así el proceso por el cual la verdad sucumbe a las necesidades de la narración. Blanco es un artista de las palabras que, envuelto en el artefacto de la meta-teatralidad, dirige y articula la trama a partir de conversaciones aparentemente espontáneas. Así el creador se permite el lujo de romantizar las situaciones, admitiendo la farsa e incluso dejando, hacia el final, que alguno de los personajes ocupe su puesto como inventor de su propia historia.
Covid-451 es un texto profundamente humanista. Aunque se base en una enfermedad y esté protagonizado por personal sanitario, la perspectiva que ofrece es emocional y artística. Así, en él se utiliza cualquier anécdota para introducir todo tipo de referencias culturales, imágenes poéticas o reflexiones sobre la enfermedad, la vida, la muerte o el teatro. Cabe decir que la cantidad de historias entrelazadas es algo excesiva. El tiempo apremia y algunos de los elementos se mencionan rápidamente, embutidos para que quepan en los 80 minutos del montaje.
La puesta en escena es muy sencilla. Sobre el escenario, los seis personajes ocupan un semicírculo de mesas individuales desde el que leen el texto. Una séptima mesa se reserva para el técnico audiovisual, que siguiendo las indicaciones de Blanco va incorporando las proyecciones y la música. Esta última, presentada siempre por el creador, sirve en algunas ocasiones para acompañar partes muy concretas del relato mientras que en otras se incorpora al final de cada acto con una función tan estructural como oxigenadora.
El elenco no es profesional, pero se nota el desparpajo por el que ha sido escogido. La naturalidad y la fluidez están muy presentes en la mayoría de ellos. Guardando la escrupulosa distancia de seguridad, dialogan con su paciente o entre ellos acompañados de objetos que forman parte de sus anécdotas y creencias. Y es que más allá de sus identidades laborales, Lucas, Maria Eugenia, Iván, Anna y Sascha son personajes humanos con sus historias propias. Así, el gran valor de la pieza es que los hace seres reconocibles. La experiencia contiene momentos duros, como la recreación de la llamada con la que se anuncia una muerte o los pasos a seguir para desinfectar la habitación de un paciente fallecido. Sin embargo, la emotividad, la calidez y el sentido del humor (este último, sutil e integrado, resulta indispensable) hacen que sea reconciliadora. El teatro adquiere así un valor casi terapéutico, convirtiéndose en un ritual de cura y en un soplo de positivismo para seguir adelante.
Covid-451. 20 y 21 de julio en el Teatre Lliure. Grec Festival 2020. Dramaturgia, dirección e interpretación: Sergio Blanco Interpretación: Lucas Ilzarbe Sanchez (médico), María Eugenia Casanova (enfermera), Ivan Requena Palomares (camillero), Anna Abadia Escartín (trabajadora social), Sascha Sofía Ormaza Loor (auxiliar de limpieza) Colaboración artística: Philippe Koscheleff Producción local Barcelona: Sandra Casals, Clara Giménez Producción general y circulación: Matilde López Espasandín Agradecimientos: Raúl González Rodríguez, Hospital del Mar, Hospital de la Santa Creu i Sant Pau, Hospital Vall d’Hebron, Hospital Universitari de Bellvitge, Hospital Universitari Dexeus – Grup Quirónsalud, Hospital Universitari Germans Trias i Pujol de Badalona (Can Ruti), Col·legi Oficial d’Infermeres i Infermers de Barcelona y, especialmente, a todas las personas que se interesaron por la convocatoria y respondieron al llamamiento.