El californiano Gregory Porter presenta su album ‘Be Good’ en el Festival Internacional de Jazz de Canarias. Llega a las Islas tras demostrar su valía como cantante en musicales de Broadway y como compositor -obteniendo un Grammy al Mejor Album de Jazz Vocal por su disco ‘Liquid Spirit’-.
En esta ocasión ha venido muy bien acompañado por sus músicos habituales (y con los que continua a día de hoy): Chip Crawford al piano, Yohsuke Satoh al saxo, Aaron James al contrabajo y Emanuel Harrold a la batería. Entre los cincos crean un ambiente envolvente y una energía que mantiene al espectador atento y le hace disfrutar de una música dulce por dentro y por fuera.
Abren el concierto con el fantástico tema ‘Painted on Canvas’, donde todos nos volvemos como niños disfrutando del romanticismo que transmite Gregory Porter con su voz y el saxo fabuloso de Satoh. Le sigue ‘On my way to Harlem’ donde Crawford demuestra su talento y el saxo con el bajo juegan en escena para decir que «no te puedes mantener lejos del lugar donde naciste». Y afortunadamente llega el momento más deseado de la noche, la interpretación del tema que ha dado la vuelta al mundo y da nombre al album: ‘Be Good’ . Una dulce canción de amor de jazz y soul que hace estremecerse y sacar una sonrisa que devuelve la esperanza a nuestros corazones con el solo exquisito de Aaron James. También nos deleita con el tema que da título a su siguiente disco: ‘Liquid Spirit’ y logra con éste tener a un público muy entregado divirtiéndose al hacer ritmos con las palmas con el «clap your hands now» de Porter. Se lleva al público hispanohablante al bolsillo con su versión de ‘Quizás, quizás, quizás’ (le pone muy nervioso cantar en español). Canta un precioso Skylard sólo con Crawford al piano. Y en el penúltimo tema del concierto logra que los espectadores se pongan en pie y canten con él, para acabar con un tema sumamente emotivo titulado ‘God bless the child’.
Un artista que empezó hace relativamente poco y tiene mucho por hacer y muchos éxitos por lograr.
